Le das al play, al modo aleatorio. Suena esa melodía que te inunda de recuerdos. El play de tu memoria se inicia, se rebobina a cámara rápida. Revives el momento, lo que veías, lo que sentías. Justo ese preciso instante en el que eras feliz.
Siempre me monto películas de las que luego no sé salir. Es por eso que vivo en una película constante de acción, drama, comedia y romance.
La historia
Estás ahí de pie mirando hacia el horizonte. Está cayendo el sol, el atardecer te inunda por dentro. Tus pies tocan la arena, sientes como cada grano se adentra por los huecos de tus dedos. Es una sensación áspera pero a la vez reconfortante. A cada paso que das tus pies se hunden más y más. Cierras los ojos para sentir con más intensidad. Te acercas a la orilla lentamente, con miedo. Miedo a que te salpique del golpe el agua. Poco a poco vas llegando y una ola del mar acaricia tus pies. Tu cuerpo reacciona al frío, es un choque de realidad. Abres los ojos y estás en tu habitación con la canción de fondo que tanto te ha recordado. En tu mente hay un mar de recuerdos que salpican tu corazón.
La realidad
Ese corazón confundido, que tanto extraña el pasado, empieza a bombear sangre con gran velocidad. La sangre fluye y te llena, te teletransporta a ese instante. Es la película con la banda sonora más bonita del mundo. Así son los recuerdos, te hacen ver una y otra vez la misma escena. Unas veces seguirías en bucle, pero otras lo único que quieres es que se rompan en dos. Que tu cabeza pare, sientes un taladro que te perfora la mente y también el corazón.
Los cachitos que se forman van arañando tu alma. Sangras y no puedes hacer nada para remediarlo. Solo darle a pause a esa canción que tantas heridas ha abierto en un minuto. No pasa nada por abrir viejas heridas, cada herida te hace más fuerte, cada recuerdo hace que pises con más fuerza. Pensar en el pasado te hace mirar hacia adelante, aprendes de lo bueno y de lo malo. Esa película que tienes en tu cabeza una y otra vez te enseña. Tú eres el protagonista, solo tú decides aprender de ello.
Reflexiona
Seguro que ahora mismo tienes miles de recuerdos revoloteando por tu cabeza. A cámara lenta, a cámara rápida, con música de fondo… Recuerdos que han hecho abrir una parte de ti. Piensa en cada uno de ellos y aprende de tus errores y de tus victorias. Solo tú sabes cómo te sentías en ese momento y qué hiciste para conseguirlo. Es hora de hacer un trailer de tus recuerdos, un resumen que te haga aprender. ¿Qué imágenes tendría? ¿Cuáles serían los personajes? ¿Y su música? Empieza a ser el director de tu propia película y reflexiona.
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