Toda nuestra vida está marcada por decisiones, incluso antes de nacer ya fuimos una decisión. Decidimos qué queremos que nos suceda, como de un libro se tratara. Hemos oído muchas veces «Sé el autor de tu propia historia». Pero, ¿y si los demás supuestos autores también escribieran nuestra historia…?
Mi vida ha cambiado mucho por las decisiones o las acciones que hice en su momento y que hago ahora, aunque muchas veces las situaciones pasaron de casualidad.
Todo pasa siempre por alguna razón, a lo mejor me equivoco, pero hay casualidades que nadie elige que sucedan y te cambian la vida. El azar juega un papel muy importante en nuestras vidas, hasta el azar de los demás. Una equivocación inconsciente puede llevarte a conocer a una persona que nunca pensarías que sería importante en tu vida.
¿Podríamos hablar de destino?
Se ha especulado mucho sobre el destino, que marca nuestro rumbo, que no es científicamente probable, que es absurdo. De todo siempre se habla mucho, pero luego nunca se llega a nada. Por eso, qué más da hablar más de ello o creerlo.
Cuando pensamos en el destino, cuando creemos en ello, la sensación de esperanza crece en nosotros, como si de una semilla se tratara, del cual brotan las ramas y raíces y te llena el cuerpo de pies a cabeza. Decirnos a nosotros mismos «Esto ha sido el destino» son palabras que las personas quieren creer para darle esa importancia que sienten que se merecen.
Y es que el destino puede que no esté marcado, que nosotros mismos inconscientemente lleguemos a las decisiones que encauzan nuestra vida solo por el simple hecho de tener esa sensación que nos llena el corazón pensando en el destino.
Vamos aprendiendo con el tiempo y moldeando nuestro ser, haciendo posible que tomemos dichas decisiones según nos vamos conociendo a nosotros mismos. Aunque los demás nos influyen, sus decisiones modifican las nuestras, sus equivocaciones nos cambian la percepción de todo lo que nos rodea. Los demás abarcan nuestra historia, una historia de la cual no sabemos el final y es por eso que no hay un destino marcado, aunque sí pueden existir las casualidades.
La casualidad o el azar es tan solo una parte de todas las incógnitas que emergen en nosotros. ¿Por qué pasó? Pasó por el azar, pero tu decisión fue seguir, y eso estuvo en tus manos.
No podemos definir de manera exacta todo lo que engloba una casualidad, lo que sí podemos hacer es seguir adelante con ello, así que si te topaste con alguna buena casualidad en tu vida toma la decisión de seguirla y a ver que te deparará tu historia, porque como bien han dicho, el autor decide continuar escribiendo o parar y ponerle un punto final, aunque haya otros autores que te empujen a escribir y escriban por ti para que continúes. No hay un destino final, solo hay casualidades, el azar y la decisión de parar o avanzar.
Reflexiona
Seguro que ha habido momentos en tu vida que hayas pensado: «Esto ha sido el destino sino, ¿qué pudo haber sido?» Bueno, está en tus manos pensar o no en ello, solo te digo piensa en ese momento en el cual una casualidad ha podido cambiar tu vida a mejor o a peor. Piensa cuál fue tu decisión y cómo te sientes por ello. Porque siempre buscamos los por qués de las cosas, así que es el momento de descubrirlo. Tú decides.
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